Development of Digital Competencies in Teachers and the Implementation of Virtual Classes
DOI:
https://doi.org/10.31637/epsir-2024-1655Keywords:
Digital skills, basic education, pandemic, Teaching, evolution, training, Educational Innovation, virtual educationAbstract
Introduction: The COVID-19 pandemic imposed significant challenges on education, forcing Regular Basic Education teachers in Arequipa, Peru, to quickly adapt to virtual teaching with the I Learn at Home strategy. This study analyzed the evolution of their digital skills during this process. Methodology: The methodology was quantitative, using the questionnaire "Evaluation of Digital Competence of Basic Education teachers", validated by ICT experts. Four dimensions were evaluated: technological, informational, media and pedagogical in a sample of 246 teachers, using a Likert scale to measure their competencies. Results: showed a significant improvement in teachers' digital skills, highlighting the technological dimension, with an increase in the use of tools such as videoconferencing, e-Learning and digital communication. Discussion: The discussion highlights the need to invest in the continuous training of teachers to accelerate this progress and ensure quality education. Specific areas requiring more attention were identified, such as the development of media and pedagogical competencies adapted to virtual environments. Conclusions: It is essential that teachers integrate active and innovative methodologies to promote meaningful learning in both virtual and in-person environments. The research highlights the importance of educational policies that support the technological and methodological training of teachers to face future challenges.
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La pandemia por COVID-19 impuso retos significativos en la educación, obligando a los docentes de Educación Básica Regular en Arequipa, Perú, a adaptarse rápidamente a la enseñanza virtual con la estrategia Aprendo en Casa. Este estudio busca analizar la evolución de sus competencias digitales durante este periodo atípico. En el campo educativo, esta situación condujo a estudiantes y profesores a enfrentar diversos retos, ya que ambos deben hacer frente a los procesos de digitalización presentes en múltiples campos del conocimiento que han transformado radicalmente nuestra forma de existir, comunicarnos, trabajar, aprender y crear conocimiento. Los profesores deben estar preparados para guiar a sus estudiantes en el aprendizaje adecuado de los contenidos ahora digitalizados, así como acompañarlos, integrarlos y formarlos en su recorrido a través de la llamada “sociedad del conocimiento” (Rangel, 2015).
Morales y Varela (2014) señalan que el concepto de competencia no es unívoco, ya que se encuentran múltiples acepciones pues este es multidimensional y está referido a diferentes niveles del saber (saber-saber, saber-hacer, saber-ser, saber-estar, saber convivir), agregando que:
“Su eje son los desempeños, el saber-hacer, en este hacer se articulan conocimientos, habilidades, actitudes, valores y tiene que ser congruente con el contexto y con la complejidad del problema que se atiende para que sea un actuar responsable y efectivo.” (p. 38).
Larraz (2013) menciona que la competencia digital es:
“la capacidad de movilizar diferentes alfabetizaciones, para gestionar la información y comunicar el conocimiento resolviendo situaciones en una sociedad en constante evolución”. Además, implica cuatro alfabetizaciones necesarias para participar de manera segura, ética y cívica desde una identidad digital:
1. Competencia informacional: gestión de la información digital
2. Competencia TIC: tratamiento de datos en diferentes formatos
3. Competencia en comunicación audiovisual: análisis y creación de mensajes multimedia
4. Competencia en comunicación: participación, civismo e identidad digital.
La competencia digital docente (concebida como alfabetización digital) es definida por Hall, Atkins y Fraser (2014) como:
“…las habilidades, actitudes y conocimientos requeridos por los educadores para apoyar el aprendizaje del alumno en un mundo enriquecido digitalmente. Estos deben ser capaces de utilizar la tecnología para mejorar y transformar las prácticas de aula y enriquecer su propio desarrollo e identidad, así como pensar críticamente acerca del por qué, cómo y cuándo aprender nuevos aspectos relacionados con la tecnología y la enseñanza.” (p. 5).
El concepto de competencia digital docente adoptado en esta investigación va más allá de la simple idea de poseer habilidades, conocimientos y actitudes, para entenderla como una perspectiva de dimensiones (alfabetización múltiple) que son movilizadas para resolver problemas de docencia y construir y transferir conocimiento de forma crítica, ética y reflexiva. Es indudable que los profesores de hoy deben desarrollar una serie de competencias para la docencia que les permitan enfrentar nuevos retos educativos y sociales, destacando entre ellas la competencia digital (Hall, Atkins & Fraser, 2014, p. 5).
Será necesario que los docentes se desenvuelvan en el mundo digital, en la creación y distribución de contenidos y recursos, en diferentes contextos y con diferentes dispositivos (Salinas, De Benito y Lizana, 2014).
La investigación en Tecnología Educativa se ha desarrollado aceleradamente en los últimos años, afianzando los conceptos de competencia digital del estudiante y competencia digital docente. El primero se relaciona con las capacidades necesarias para aprender en la Sociedad de la Información; el segundo, con la necesidad de ser competente en el uso de la tecnología educativa como docente. En relación con ambos conceptos, la investigación aplicada ha avanzado considerablemente en nuestro contexto.
La implementación de formas de aprendizaje alternativas mediante el uso de la tecnología es imprescindible para paliar la situación actual, con el fin de preservar algún espacio de intercambio y contención (aunque ya no presencial) para los niños y niñas que también están atravesando esta crisis.
El estudio tiene como objetivo analizar la evolución de las competencias digitales en docentes de educación básica regular del sector público durante la pandemia por COVID-19 en la Región Arequipa. Los objetivos específicos incluyen evaluar las competencias tecnológicas, informacionales, mediáticas y pedagógicas de los docentes, así como identificar el nivel de dominio tecnológico antes y después de la implementación de clases virtuales. Esta investigación es relevante para comprender cómo los docentes han enfrentado y adaptado sus habilidades a los nuevos desafíos educativos y tecnológicos impuestos por la pandemia.
La hipótesis de estudio es: "Las competencias digitales de los docentes de educación básica regular del sector público en la Región Arequipa han mejorado significativamente durante la pandemia por COVID-19 debido a la implementación de la estrategia Aprendo en Casa, en comparación con el nivel de competencias digitales antes de la pandemia." Esta hipótesis plantea que el contexto de la pandemia y la transición a la enseñanza virtual han tenido un impacto positivo en el desarrollo de competencias digitales entre los docentes, impulsando mejoras notables en sus habilidades tecnológicas, informacionales, mediáticas y pedagógicas.
El Ministerio de Educación del Perú ha implementado diversas políticas para orientar la formación docente en tecnologías de la información y comunicación (TIC). Entre ellas destaca el Proyecto Educativo Nacional al 2036, que subraya la necesidad del uso óptimo de las TIC para la renovación de la carrera docente basada en méritos (Política 22). La Agenda Digital 2.0, en su objetivo 2, considera las TIC un componente esencial para el desarrollo de la sociedad del conocimiento, promoviendo competencias que permitan a los ciudadanos participar activamente en esta sociedad. Esta política educativa busca desarrollar procesos de alfabetización digital, respaldada por la Ley de Promoción de la Banda Ancha y Construcción de la Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica, N° 29904 (art. 23) y su reglamento (art. 44).
Dentro del Ministerio de Educación, la Dirección de Innovación Tecnológica en Educación (DITE) es responsable de articular y orientar el uso del aprendizaje electrónico, redes con contenidos educativos digitales y comunidades virtuales para promover aprendizajes, en función de los requerimientos del Despacho Viceministerial de Gestión Pedagógica, conforme a las disposiciones de la Oficina General de Comunicaciones en materia comunicacional (MINEDU, 2015).
Además, los "Lineamientos de la Estrategia Nacional de las Tecnologías Digitales en la Educación Básica" proponen un enfoque sistémico que no solo incluye los medios, sino también las competencias, experiencias, prácticas, actitudes, valores y la cultura del mundo digital emergente. El currículo educativo nacional establece que uno de los once componentes del perfil de egreso del estudiante es el aprovechamiento de las TIC, integrando competencias y desempeños que permitan al docente facilitar dicho aprendizaje a los estudiantes. La competencia transversal "Se desenvuelve en los entornos virtuales generados por las TIC" requiere implementar orientaciones, condiciones y oportunidades para que los docentes desarrollen esta competencia con sus estudiantes.
Los objetivos estratégicos de la UNESCO promueven la mejora de la calidad de la educación a todos los niveles, incentivando la innovación y el uso compartido de buenas prácticas. En este sentido, la formación docente en TIC es prioritaria tanto en la formación inicial como en la formación en servicio, destacando la necesidad de generar condiciones apropiadas para un mejor aprovechamiento de las TIC.
Suárez, Almerich, Gargallo y Aliaga (2011) sostienen que un amplio dominio en competencias tecnológicas influye en la mejora de los procesos de enseñanza y aprendizaje. La incorporación y dominio de las herramientas tecnológicas deben darse de forma integral desde la formación inicial docente (FID) y la formación en servicio.
Suárez (2015) menciona que la competencia digital es esencial para el aprendizaje permanente de cualquier profesional. Argumenta que el desarrollo de competencias digitales es crucial para la función docente, integrando conocimientos pedagógicos y tecnológicos. Según Suárez,
“no existe un modelo unánime para hablar de Competencia Digital Docente, pero sí puntos comunes que se solapan entre sí, así como una clara orientación a superar la visión técnica de esta competencia” (p. 5).
Larraz (2013) define la competencia digital como:
“la capacidad de movilizar diferentes alfabetizaciones, para gestionar la información y comunicar el conocimiento resolviendo situaciones en una sociedad en constante evolución” (p. 118).
Además, identifica cuatro alfabetizaciones necesarias para participar de manera segura, ética y cívica desde una identidad digital:
1. Competencia informacional: gestión de la información digital.
2. Competencia TIC: tratamiento de datos en diferentes formatos.
3. Competencia en comunicación audiovisual: análisis y creación de mensajes multimedia.
4. Competencia en comunicación: participación, civismo e identidad digital.
La DITE propuso una competencia digital que se define como:
“Gestiona actividades educativas y su desarrollo profesional, a través del aprovechamiento pedagógico de las tecnologías digitales para implementar experiencias de aprendizaje que respondan a las necesidades, intereses y contextos socioculturales de los estudiantes, permitiendo el desarrollo de su identidad, creatividad y emprendimiento digital”.
Esta competencia se formuló en función de estudios e informes nacionales e internacionales y está alineada a la carrera pública magisterial, respondiendo al Marco del Buen Desempeño Docente. La propuesta se orienta al logro de siete desempeños:
1. Gestión de la información académica.
2. Gestión de la información.
3. Participación en entornos digitales colaborativos.
4. Diseño de actividades de aprendizaje.
5. Conducción de la experiencia de aprendizaje.
6. Evaluación del proceso y logro de los aprendizajes.
7. Incorporación de entornos virtuales como recurso y estrategia para el aprendizaje.
Cada desempeño se evalúa en tres niveles: inicial (manejo básico y compromiso en el uso de tecnologías digitales), experimentado (incorporación de tecnologías digitales en planificaciones y estrategias didácticas), y destacado (diseño, implementación y evaluación de propuestas tecnológicas adaptadas al contexto y propósito).
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